En el año 1976, The Alan Parsons Project aparece con fuerza en el panorama del rock sinfónico (nombre anteriormente otorgado a lo que actualmente se conoce como rock progresivo), y lo hace publicando su primer larga duración con el enigmático título de Tales of Mistery and Imagination bajo el sello Polygram. El título corresponde a una de las obras del escritor Edgar Alan Poe publicada en 1903, que forman parte del imaginario inquieto, oscuro y barroco del artista norteamericano, y cuya obra fue objeto de interés por parte de Eric Woolfson desde bien temprano.
La década de los setenta poseía muchos ejemplos de grupos y artistas cuyas obras engrosaban las listas de trabajos majestuosos, densos y algo barrocos como piezas de rock progresivo que podrían ser clasificadas como sinfonías en sí mismas o suites de largas duraciones y grandes períodos instrumentales. Con una amalgama de experimentaciones musicales, las composiciones progresivas estaban plagadas de marcianadas cubiertas de filigranas imposibles a las cuerdas, teclados exuberantes y, sobre todo, piezas largas que creaban álbumes conceptuales, algunos de difícil digestión.
En ese contexto, el ingeniero de sonido de Abbey Road, Alan Parsons, provenía de tener algunas de las experiencias más importantes del mundo de la música contemporánea. De una parte, participar en las últimas producciones de The Beatles y, de otra, ser pieza importante en la descomunal obra Dark Side of The Moon de Pink Floyd. Dos conceptos musicales relativamente relacionados.
Junto con Eric, Alan encontró la conjunción perfecta para poner en práctica su propio proyecto mezclando la "sencillez" de The Beatles con la "complejidad" de Pink Floyd, dotándolo de armonía sonora compacta pero audible, con instrumentación amplia y ampulosa. Para el estreno, eligieron orquestar una de las obras del poeta norteamericano Edgar Alan Poe: "Tales of mistery and imagination". Compendio de relatos cortos que contiene las claves agónicas, agobiantes y góticas del mundo de Poe y al que Eric puso letra para que Alan abordara la música.
Una obra musicada para ser escuchada, no para ser representada. El proyecto trataba de ser una máquina creadora de obras de sonido perfecto que se acompañase de "mercenarios" a los instrumentos y voces, y así se concluyó el germen de un proyecto que se fue consolidando con el paso de los años. De momento, el primer álbum de The Alan Parsons Project fue conceptual alrededor de la obra de Poe, conteniendo siete piezas tituladas como obras del literato y que poseen un sonido sólido, utilizando la tecnología de la época para conseguir sonar antiguo.
En 1987, Alan Parsons remezcló el álbum para ofrecer una versión con algunas adiciones, como dos speeches de Orson Welles que le otorgan más sobriedad, si cabe, y una mayor tensión dramática en las intros de los temas correspondientes. Uno de ellos es "A dream within a dream", tema instrumental de apertura del álbum que toma nombre del poema de 1849, corto pero intenso (tanto poema como pieza musical), que trata sobre la idea de que todo en la vida podría ser un sueño y que se encuentra adornada por melodías oníricas. Sin solución de continuidad, la cadencia siniestra del bajo da paso a "The raven", poema de 1845 que describe la caída paulatina hacia la locura de un amante afligido mientras un cuervo parlante le repite nevermore como un mantra, con la voz de Leonard Whiting y el propio Alan Parsons con vocoder. Tema de final rock apoteósico.
"The tell-tale heart", de 1843, es el cuento de narrativa gótica que da vida a la tercera canción del álbum con el mismo título. Una descomunal avalancha rock liderada por la atormentada voz de Arthur Brwon que borda la locura de un personaje que asesina, descuartiza y esconde el cadáver de un anciano con el que convive y, de cuyo asesinato, se autodelata debido a esa obsesiva sensación de que el corazón de la víctima sigue latiendo. Esta pieza musical recordará, con el paso del tiempo, a otra memorable composición de The Alan Parsons Project como es "Psychobabble".
John Miles pone su carismática voz en "The cask of Amontillado" basado en el cuento homónimo de 1846 donde, una vez más, se pone de manifiesto la lúgubre y dramática mente del autor a través de la venganza. De nuevo, el ejemplo del declive que la mente del autor irá acometiendo y que será acuciante tras el fallecimiento de su esposa, Virginia Claim.
"(The system of) Dr. Tarr and professor Fether" es la satírica visión de Poe frente a la visita imaginaria de dos viajantes a un manicomio. Los personajes están encarnados por John Miles y Jack Harris y el ambiente musical del tema está arropado por el bullicio del gentío que habita el centro psiquiátrico mientras la guitarra eléctrica pone una base rock poderosa.
El disco sufre aquí un punto de inflexión importante. En la vesión vinilo y/o cassette, estaba perfectamente diferenciado porque el cambio sucedía al pasar a la cara B. No obstante, aunque sea en cd, sonoramente se nota y mucho. La siguiente pieza es una suite instrumental, "The fall of the house of Usher", compuesta a su vez de cinco subpiezas de identidad propia. Basada en el cuento de terror de 1839, su contenido gótico y dramatismo es fielmente transformado en melodía clásica por medio de la magistral adaptación orquestal llevada a cabo por Andrew Powell, uno de los grandes artífices de la musicalidad del The Alan Parsons Project a lo largo de los años.
Esta suite merece un aparte debido a lo complejo de su contenido. Las cuerdas desarrollan a la perfección un ambiente de intriga y terror que se ve acrecentado por los vientos. Ese terror se convierte en debacle y desorden para ejecutar la caída de la casa de Usher, tras estar en tensión durante los dieciséis minutos que dura toda la pieza.
Cierra el álbum "To one in paradise" con la voz de Terry Sylvester y Eric Woolfson como segundo vocal, para culminar de manera suave y melódica la melancolía narrativa de un personaje que ve cómo ha perdido toda esperanza y, en definitiva, las razones para seguir viviendo.
La sobrecogedora obra Tales of Mistery and Imagination es un trabajo conceptual que merece ser escuchado, teniendo en cuenta el paso del tiempo. No olvidemos que han transcurrido cuarenta y tres años desde su publicación y que en su interior encontraremos influencias propias de sus dos mentes principales: la trayectoria musical de Alan Parsons y la creatividad lírica de Eric Woolfson al servicio de una de sus obsesiones literarias, Poe.
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