Soap&Skin ha publicado recientemente su último álbum From Gas to Solid/You Are My Friend (PIAS), tercero en la discografía de la artista austríaca Anja Plaschg y el primero en seis años. Con un proceso creativo que requiere de la maduración adecuada, el fruto han sido un conjunto de doce composiciones de un importante carácter íntimo.
Fruto de la experimentación, Anja ha ido esbozando el perímetro de una zona segura, al margen de todo el ruido mediático que ofrecen los medios e intentando estar ajena a la crudeza de una realidad que se observa desde dentro, con una serie de melodías intensas, oscuras pero a la vez esperanzadoras.
En cierta manera, las canciones que componen From Gas to Solid/You Are My Friend no están exentas de solemnidad, como el conjunto formado por "Italy" y "(This is) Water", siendo ésta segunda parte instrumental verdaderamente perturbadora (sobre todo si la audición es acompañada por el vídeo). No obstante, el hilo conductor de toda la obra es una melancolía intrínseca que a todos nos puede resultar agradable de asimilar.
Hay momentos en que la voz de Anja me recuerda a Chan Marshal, como en "Surrounded". Es interesante destacar los arreglos orquestales y corales de todas las canciones, a pesar de lo arrítmicas que son lo que las hace acercarse a composiciones contemporáneas de sugerente interpretación en entornos acústicamente apropiados. Y si no, ¿dónde mejor que en una iglesia se podrían escuchar los alaridos desesperados de esta canción?
"Creep" se convierte en una delicia para las orejas. La suave y amarga voz de la artista austríaca ocupa toda la estancia, tan sólo perturbada por la presencia de un piano que deambula alrededor de ella. No olvidemos que podríamos estar ante la adaptación actualizada de una pieza de música clásica. ¿Por qué no? Si os detenéis a escuchar (cosa que siempre recomiendo encarecidamente con todos los discos), encontraréis motivos más que suficientes para ello, además de poder pertenecer a una banda sonora de película o serie.
Los vientos también ocupan un lugar destacado en piezas como "Heal" y "Foot chamber", otorgando calidez jazzistica de improvisación. "Safe with me" ofrece un gran protagonismo a las cuerdas, con ritmos obsesivos que se ven acrecentados con "Falling", la canción por excelencia que debería ser interpretada en un entorno eclesiástico para que el órgano que impera sobre el tema se desarrolle con toda su plenitud (¡ojo! que a mi hay partes que me recuerdan a Jean Michel Jarre). Emotiva y, a ratos, progresiva.
La capacidad de investigación de Soap&Skin es arriesgada. Más allá de lo que en tiempos se denominó new age, cuyo baluarte más comercial fue sin duda la irlandesa Enya, el sonido de este disco es ciertamente cercano. Contemporáneo, sin duda. Y si no que se lo pregunten a un servidor tras escuchar "Palindrome" y su cadencia más que perturbadora con la voz de ultratumba de Anja. Y, para terminar, quizás haciendo un homenaje sonoro a la gran portada del disco, la versión de "What a wonderful world" es el broche con el que culmina un trabajo que merece ser degustado. Sin duda, un disco arriesgado pero valiente. Aunque ya me gustó la colaboración que vi entre Soap&Skin y Anna Calvi, este From Gas to Solid/You Are My Friend es la confirmación de que estamos ante un gran disco.
Hay momentos en que la voz de Anja me recuerda a Chan Marshal, como en "Surrounded". Es interesante destacar los arreglos orquestales y corales de todas las canciones, a pesar de lo arrítmicas que son lo que las hace acercarse a composiciones contemporáneas de sugerente interpretación en entornos acústicamente apropiados. Y si no, ¿dónde mejor que en una iglesia se podrían escuchar los alaridos desesperados de esta canción?
"Creep" se convierte en una delicia para las orejas. La suave y amarga voz de la artista austríaca ocupa toda la estancia, tan sólo perturbada por la presencia de un piano que deambula alrededor de ella. No olvidemos que podríamos estar ante la adaptación actualizada de una pieza de música clásica. ¿Por qué no? Si os detenéis a escuchar (cosa que siempre recomiendo encarecidamente con todos los discos), encontraréis motivos más que suficientes para ello, además de poder pertenecer a una banda sonora de película o serie.
Los vientos también ocupan un lugar destacado en piezas como "Heal" y "Foot chamber", otorgando calidez jazzistica de improvisación. "Safe with me" ofrece un gran protagonismo a las cuerdas, con ritmos obsesivos que se ven acrecentados con "Falling", la canción por excelencia que debería ser interpretada en un entorno eclesiástico para que el órgano que impera sobre el tema se desarrolle con toda su plenitud (¡ojo! que a mi hay partes que me recuerdan a Jean Michel Jarre). Emotiva y, a ratos, progresiva.
La capacidad de investigación de Soap&Skin es arriesgada. Más allá de lo que en tiempos se denominó new age, cuyo baluarte más comercial fue sin duda la irlandesa Enya, el sonido de este disco es ciertamente cercano. Contemporáneo, sin duda. Y si no que se lo pregunten a un servidor tras escuchar "Palindrome" y su cadencia más que perturbadora con la voz de ultratumba de Anja. Y, para terminar, quizás haciendo un homenaje sonoro a la gran portada del disco, la versión de "What a wonderful world" es el broche con el que culmina un trabajo que merece ser degustado. Sin duda, un disco arriesgado pero valiente. Aunque ya me gustó la colaboración que vi entre Soap&Skin y Anna Calvi, este From Gas to Solid/You Are My Friend es la confirmación de que estamos ante un gran disco.
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