Últimamente no reconozco las emisoras de radio. No es la primera vez que hablo de este tema, pero por desgracia no puedo evitar hacerlo. No tengo más remedio que poner un punto negativo a las emisoras generalistas dedicadas a programar música como si fueran clones.
Ya no hay distintivos. Ya no hay hechos diferenciales. Cada vez hay más puntos en común. ¿Dónde está la variedad entonces?
Parece mentira que, con lo amplias que resultan las décadas de los ochenta, noventa y hasta hoy en términos musicales, siempre se programen las mismas canciones, una y otra vez, un día y otro día. No hay espacio para la novedad o, al menos, para viajar por senderos menos conocidos en el pasado. Nada.
No contentos con eso, resulta que los temas son "optimizados" para conseguir la duración perfecta, llegando a situaciones tan esperpénticas como reducir a dos minutos una canción de más de cuatro. ¡Qué manera de destrozar! ¿Es realmente necesario? Yo creo que no.
Estos fenómenos nos los podemos encontrar en cada vez más emisoras, otrora reductos de la paz musical entre tanto ritmo latino, música melódica regional y algunas emisoras noticieras. M80, Kiss FM, y hasta Rock FM han sucumbido al destrozo de canciones. Menos mal que nos quedan las minoritarias.
Me apena enormemente ver como alargan innecesariamente doblando una estrofa en "Dancing in the streets", versión de Mick Jagger y David Bowie, o similar hecho con "Summer son" de Texas, y recortes absurdos como con "Under the bridge" de Red Hot Chilli Peppers. Estos son algunos ejemplos que se suman a los que ya comentamos en otro post anterior.
La radio debe entretener y educar a todas las personas que seleccionan un dial y deben escuchar las canciones como son en realidad, a la vez que descubren nuevos temas, grupos e historias. Si una emisora no es capaz de poner completa una canción de Tears for Fear porque dura más de cinco minutos...¿Para qué la pones entonces? No tiene sentido. Las plataformas digitales están cargándose a la radio... no se lo pongamos más fácil aun y reivindiquemos la necesidad de que la radio tiene que seguir existiendo como medio difusor y educativo. Para todos.
Si hace tiempo el vídeo mató a la estrella de la radio, ahora es la propia radio la que se aniquila a sí misma. Se ha convertido en una playlist de una franja amplia de su público que sólo quiere escuchar unas canciones concretas siempre, en bucle, non stop. ¡Qué aburrido!
Si hace tiempo el vídeo mató a la estrella de la radio, ahora es la propia radio la que se aniquila a sí misma. Se ha convertido en una playlist de una franja amplia de su público que sólo quiere escuchar unas canciones concretas siempre, en bucle, non stop. ¡Qué aburrido!
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