Cuando comenzó a sonar el bajo de Peter Hook, sabíamos que nos estábamos introduciendo de lleno en un capítulo esencial de la historia de la música a nivel mundial. Con unos músicos excelentes, como son su banda The Light, el artista británico nos dio un repaso extenso y delicioso por algunos de los momentos protagonizados por sus dos formaciones emblema de siempre: Joy Division y New Order.
La sombra de Ian Curtis siempre será suficientemente alargada como para evitar comparaciones, pero Peter Hook tiró de su amplísima experiencia y, con su voz grave y agreste, transmitió la crudeza y dramatismo de las composiciones de Joy Division sin contemplaciones, que para eso ya tiene tablas. En una primera parte del concierto viajamos a los años 1978-1980, donde "No Love Lost", "Digital", "Isolation", "Disorder", "She's Lost Control", "Shadowplay" y "Transmission" fueron las encargadas de hacer que la "división de la alegría" volviera a la vida paseando por sus dos álbumes Unknown Pleassures (1979) y Closer (1980), además del primer EP "An Ideal for Living"(1978), un directo como Les Bains Duches (1979) y un 7". La oscuridad, desencanto y depresión que la sociedad británica poseía a finales de la década de los setenta apareció ante nuestras narices con la reencarnación de manos de Peter.
De sus manos también salieron los temas interpretados de New Order, en una segunda parte sin solución de continuidad. "Age of Consent" significó el giro a la electrónica en 1980, que dio paso a una más que celebrada "Blue Monday" por un público que esperaba con anhelo escuchar los primeros toques percutivos característicos de la canción para subir el tono del ambiente. "Perfect Kiss" ponía una vez más el típico sonido inconfundible del bajo hacia un primer plano, como siempre, y daba pie al eterno "Bizarre Love Triangle", preciosa composición que, en esta ocasión, estuvo accidentada por partida doble. Tras una primera interrupción por motivos técnicos, la misma pieza fue de nuevo interrumpida por los mismos motivos, teniendo que actuar la organización de manera rápida y eficiente para resolverlo en un tiempo record y, así fue. Por fin, la banda pudo culminar esta maravilla de tema y continuar con otro de sus himnos, "True Faith", seguido de "Temptation".
Para finalizar tan magna noche, Peter Hook eligió dos auténticas joyas de su discografía. "Ceremony" y la siempre emotiva "Love Will Tear Us Apart", con la que el público se quedó y quedó con muchas ganas de que volvieran a salir al escenario y nos regalaran más minutos de historia. Como mucho, alguien se quedó con la camiseta de Peter que lanzó al personal.
Un concierto inolvidable, gracias a la organización de Nocturama Sevilla y el marco incomparable de los Jardines del Casino de la Exposición.
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