Para un redactor amateur como un servidor, no hay mayor placer que poder tener la oportunidad de entrevistar a artistas. Quizás lo ideal sería poder hacerlo cara a cara, con un refresco delante, relajadamente, para que todo fluyera, pero no siempre se puede conseguir, sobre todo teniendo en cuenta las disponibilidades de artistas y reportero. Por eso, agradezco infinito que Marina Herlop haya podido extraer algo de su tiempo para dedicarlo a responder las cuestiones que le hemos planteado y que, a continuación, os ofrecemos. En medio de la promoción de su último álbum publicado, Babasha (Aloud Music, 2018), y con su participación en el Primavera Sound reciente, le damos la bienvenida.
1.- "Babasha" es el nuevo álbum de Marina Herlop. Quién mejor que su artífice para indicarnos si es continuación de su anterior trabajo "Nanook" o, por el contrario, toma caminos paralelos.
Creo que Babasha es una continuación natural de Nanook. Quizás la diferencia más notoria es la incorporación de sintetizadores y sound effects, pero el método de composición y grabación ha sido esencialmente el mismo. No obstante, este último disco me ha llevado muchísimo más tiempo, no sé si desde fuera se percibirá pero he sido mucho más rigurosa y exigente en cada fase.
2.- En alguna entrevista previa, he podido leer cómo indicabas las dificultades que encerraba el dominio de la voz como instrumento acompañante al piano, tu otro instrumento primordial. Quizás, en este segundo trabajo, ¿ese dominio ha servido más como aliado a la hora de componer los temas?
Comienzo a sentirme más cómoda con la voz, porque 2017 ha sido el año en el que más he podido cantar -antes estaba enteramente dedicada al piano y no cantaba demasiado por miedo a volverme a lastimar las cuerdas vocales-. El avance es muy lento pero sólido -es un instrumento que no puede verse, con lo cual está únicamente ligado a las sensaciones internas de tu cuerpo y las de tu oído-. Aún así, el piano sigue siendo el instrumento que manda, aunque el efecto ulterior sea el opuesto.
3.- Una obra como la tuya resulta una apuesta muy arriesgada, a la vez que excitante y refrescante, en un panorama musical aún anclado en arquetipos. ¿Cómo ves tu la recepción que el público hace de tus composiciones?
Bueno, los comentarios que me llegan suelen ser positivos, también porque la gente no suele acercarse a decirte que no le gusta lo que haces, jaja. En general la gente me dice que es una música que se va disfrutando más en cada audición, la repetición va limando las aristas de las disonancias. También recibo críticas por parte de mis allegados y mis colegas me parodian por cantar en ningún idioma. Soy consciente de que no son unas canciones de fácil digestión y de que podría estar mejor compuesta e interpretada, pero tampoco sabría hacerla de otra manera, me sale así y tengo mucho que aprender.
4.- La primera vez que escuché tus canciones, recibí una descarga de sensaciones en las que mezclaba la belleza de lo que escuchaba con lo inquietantes que me resultaban. ¿Te resulta más cómodo aún que antes emplear tus palabras "inventadas" como letra de las canciones?
En este disco he empleado bastante tiempo buscando palabras o fonemas con una combinación eufónica de los elementos acústicos (esto es, que resulten agradables al oído) y construyendo las letras de cada canción.
También hay que decir que nunca pensé que esto fuera a ser algo que me singularizara ni por lo que me preguntaran tanto, no lo hago para desmarcarme, es más por una reticencia natural a poner letra. Es así como lo vivo actualmente, pero quizás algún día cambiará.
5.- Imagino que quién te quiera calificar dentro de un estilo, lo tendrá muy complicado. Sin ánimo de resultar petulante (y disculpa si te resulta ridículo), tu música me recuerda en cierta medida a las composiciones enclavadas dentro de la llamada "música contemporánea". Pero, prefiero que seas tu misma la que te catalogues, si lo deseas.
Yo no soy muy proclive a las etiquetas, y mucho menos de las mías, jaja. Por ser una conceptualización, la clasificación por géneros inevitablemente obvia las particularidades de cada música, que suelen ser precisamente su esencia. No tenemos más remedio que recurrir a la palabra para definir la música cuando no tenemos ningún soporte con la que reproducirla, pero hoy en día es muy fácil escuchar música en cualquier parte, así que no encuentro mucha necesidad de definir en géneros.
Aun así, si tuviera que clasificar mi música diría que es experimental, porque este es el afán con la que la compongo.
6.- Si me permites una pequeña introspección por tu parte, ¿cuáles son los paisajes y/o escenas que en tu mente se traducen en los temas que componen tus discos? En concreto, ¿qué es "Babasha"?
Ninguno en absoluto. Babasha son armonías, melodías, timbres, tempos, compases… nada más, para mí. Para ver imágenes musicales tengo que forzarme, y no creo que las imágenes o escenas que pueda ver yo sean más genuinos que los que pueda ver cualquier otra persona.
7.- Con casi la mitad del 2018 recorrido, ahora se inicia el momento de las presentaciones en directo. ¿En qué recinto te encuentras más cómoda? ¿Sala, teatro, aire libre?
Creo que no he hecho el suficiente número de conciertos para poder responder a esta pregunta categóricamente. De lo que sí estoy segura de que depende mi comodidad es de lo bien que me oiga por los monitores, y del feedback que note por parte de la gente.
8.- Para terminar, no sin antes darte las gracias por el tiempo empleado con nosotros, espero que nos podamos ver pronto en alguno de tus conciertos y disfrutar de tu valiente propuesta. ¿Cómo serán esas puestas en escena?
La idea es que sean sobrias, no quiero empezar a incorporar elementos rococó o sobreactuar para llamar la atención de la gente. Si se van añadiendo estímulos visuales o de otro tipo pasará de forma natural, y progresivamente.
En algunos conciertos espero poder tocar con Borja Ruiz, quien produjo el disco.
Desde nuestro medio, agradecemos a Marina Helop por sus respuestas y a Aloud Music por sus gestiones (especialmente a Nuria Ferré).
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