He de reconocerlo. Estaba deseando poder tener en mis orejas el nuevo trabajo de Marina Gallardo. Y es que desde que tuve oportunidad de escuchar su anterior álbum "This is the Sound" (Foehn Records, 2012) y ver su directo, quedé atrapado por su voz azucarada y las melodías obsesivas rallando el dark folk. Todo esto hacía que me atrajese enormemente la idea de poder saber hacia dónde iban a dirigirse los pasos de la artista portuense en un futuro y si iba a ser inmediato o no.
Desde el pasado mes de octubre quedó desvelado. "The Sun Rises in the Sky and I Wake Up" (Foehn Records) encierra nueve piezas de una delicadeza sorprendente. El sonido de Marina ha cambiado, dando un giro hacia modelos más sofisticados, por así decirlo. En ciertos momentos, parece que estemos ante instantes chill-out con temas como Beach sand, muy "ambient". La electrónica ha entrado a la casa de Marina, dejando tras de sí trazos de su inquietud musical. Sparkle eyes es un buen ejemplo de esta dirección melancólico-electrónica hacia la que la artista encamina sus pasos de manera firme en este trabajo. Nueve temas de corto metraje pero de intensa factura. Se nota que Marina ha dejado a un lado su lado más folkye y oscuro para adentrarse a terrenos de más luminosidad dreampop.
Dejándome de términos ampulosos (que parece que siempre tenemos que decir estos apelativos porque si no no nos entiende nadie...y más bien es lo contrario), quiero decir que me ha sorprendido positivamente este nuevo álbum. A la querencia por las melodías repetitivas y/o obsesivas, se une mi atracción por las voces aterciopeladas que arropan al oyente. Cocktail perfecto. Por cierto, en este nuevo disco, a veces, su voz me ha recordado a Chan Marshall (Cat Power).
Bright lights es un buen ejemplo de esto que digo. En directo, podría ser una catarsis.
La carta de presentación del álbum es el tema que abre el mismo, White glare, que actúa como propósito de intenciones sobre lo que viene a continuación. Si aún no conoces a Marina Gallardo, esta puede ser una magnífica oportunidad para adentrarse en su mundo y, quizá, te pique la curiosidad de profundizar en obras anteriores. Merece la pena escuchar piezas que han sido cocinadas, elaboradas y puestas en escena de mano de una artista que se prodiga poco y que hace de lo breve muchas veces bueno.
A partir de ahora, será el momento de poder ir a ver sus actuaciones en directo, que espero sean pronto porque tengo muchas ganas de comprobar cómo es "The Sun Rises in the Sky and I Wake Up" en vivo, así como repasar sus anteriores álbumes.
Desde el pasado mes de octubre quedó desvelado. "The Sun Rises in the Sky and I Wake Up" (Foehn Records) encierra nueve piezas de una delicadeza sorprendente. El sonido de Marina ha cambiado, dando un giro hacia modelos más sofisticados, por así decirlo. En ciertos momentos, parece que estemos ante instantes chill-out con temas como Beach sand, muy "ambient". La electrónica ha entrado a la casa de Marina, dejando tras de sí trazos de su inquietud musical. Sparkle eyes es un buen ejemplo de esta dirección melancólico-electrónica hacia la que la artista encamina sus pasos de manera firme en este trabajo. Nueve temas de corto metraje pero de intensa factura. Se nota que Marina ha dejado a un lado su lado más folkye y oscuro para adentrarse a terrenos de más luminosidad dreampop.
Dejándome de términos ampulosos (que parece que siempre tenemos que decir estos apelativos porque si no no nos entiende nadie...y más bien es lo contrario), quiero decir que me ha sorprendido positivamente este nuevo álbum. A la querencia por las melodías repetitivas y/o obsesivas, se une mi atracción por las voces aterciopeladas que arropan al oyente. Cocktail perfecto. Por cierto, en este nuevo disco, a veces, su voz me ha recordado a Chan Marshall (Cat Power).
Bright lights es un buen ejemplo de esto que digo. En directo, podría ser una catarsis.
La carta de presentación del álbum es el tema que abre el mismo, White glare, que actúa como propósito de intenciones sobre lo que viene a continuación. Si aún no conoces a Marina Gallardo, esta puede ser una magnífica oportunidad para adentrarse en su mundo y, quizá, te pique la curiosidad de profundizar en obras anteriores. Merece la pena escuchar piezas que han sido cocinadas, elaboradas y puestas en escena de mano de una artista que se prodiga poco y que hace de lo breve muchas veces bueno.
A partir de ahora, será el momento de poder ir a ver sus actuaciones en directo, que espero sean pronto porque tengo muchas ganas de comprobar cómo es "The Sun Rises in the Sky and I Wake Up" en vivo, así como repasar sus anteriores álbumes.
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