Enrique Bunbury en Sevilla: "Buenas noches, cabrones"

La nave que transportaba Last Shows on Earth 2014 aterrizó sin problemas en una tierra, como Sevilla, que estaba ávida de poder disfrutar de un auténtico animal de escenario, como es Enrique Bunbury.

Y el alienígena llegó a Sevilla

A ritmo de vals, el viaje interestelar estaba a punto de llegar a su parada más deseada por el público asistente, mientras Los Santos Inocentes hacían acto de presencia sobre el escenario del Pabellón San Pablo de Sevilla. Una vez todos ahí, tan sólo faltaba él, y el alienígena tomó tierra: Bunbury volvía para presentarnos sus últimos espectáculos en la Tierra antes de zarpar a nuevas aventuras.

A lo largo de dos horas de concierto, su último disco Palosanto (Warner Music, 2013) se entrelazaba con otros grandes temas de la discografía del artista zaragozano, algunos tamizados para la ocasión bajo el particular prisma que siempre otorga a sus interpretaciones. A golpe de Despierta, todos despertamos (aunque no hacia falta) para después recibir sus "Buenas noches, cabrones" y todo comenzó.

Los fieles siguiendo al predicador

No estuvieron todas las canciones que todos esperábamos oir (eramos muchos), pero si estuvieron todas las que tenían que estar. Los inmortales, Más alto que nosotros sólo el cielo, Hijo de Cortés, Salvavidas, Destrucción masiva, fueron desgranando el último álbum del aragonés, totalmente coreadas, como siempre. Los entregados que andábamos por allí creamos un ambiente magnífico a tono con una gran puesta en escena, con los juegos de luces justas y acompañados por una pantalla proyectora de imágenes en algunos temas. Pero lo más importante es que se podía ver y oir a todos y cada uno de los miembros de la banda que capitaneaba un poderoso Bunbury.

Se metió al público en el bolsillo desde el minuto uno, pero es que su presencia sobre las tablas es magnética. Arqueando espalda y moviendo brazos, iba acompañando coreográficamente a lo que ya son auténticos himnos, como El extranjero, que se viven de una manera muy especial, la extenuante Si, El rescate que todos queremos conseguir, la explosión rock de El hombre delgado que no flaqueará jamás, o la más que dulce odisea de Lady Blue. ¡Qué os puedo decir! Fue un concierto redondo, con un gran sonido y un espacio envolvente desde la primera nota. Pero no quería terminar sin destacar dos cosas que para mi fueron fundamentales.

La primera, fue el regalo a medio tiempo que nos hizo Bunbury con su versión particular de Deshacer el mundo, de Héroes del Silencio. Obviamente, todos nos la sabíamos.

Y la segunda, fue la gran elección (a mi juicio) de El viento a favor como colofón de un show que te deja con muchas ganas de más, de mucho más. ¡Hasta la próxima, cabrones!