La inmediatez que nos ofrece Internet y sus redes sociales provoca que nuestra calidad literaria disminuya sensiblemente, hasta casi desaparecer en algunos casos.
Así de duro es. Cada vez, cuesta menos trabajo y nos molestamos menos en escribir las palabras completas y las frases de manera correcta, por lo que caemos en la fácil tentación de ahorrar en apelativos y utilizamos erróneamente los símbolos necesarios. ¿Quién tiene la culpa? Pues, si hacemos un poco de historia, aunque muy reciente, el inicio de la debacle la provocó el SMS ya que, con el fin de optimizar, aligerar y abaratar los costes de los mensajes, se empezó a emplear una serie de acrónimos y simplificaciones aberrantes pero de un grado de efectividad aplastante entre el público usuario. Si seguimos con el acortamiento, llegamos a su inmediato sucesor y deudor de esta especie de lenguaje extraño, como es Twitter. Con su límite de 140 caracteres, parecía al principio imposible comunicarse así, dado el espíritu parlanchín de todos los aborígenes de esta tierra, pero el tiempo nos ha dado una lección... Realmente, nos es muy fácil acostumbrarnos a escribir poco y mal.
Así es. Somo tan flojos que, si vemos faltas de ortografía, no nos molestamos en corregirlas por la gracia que tiene. Eso es degradación absoluta.
Y con esto no quiero ser más papista que el Papa, ni tampoco me las quiero dar de listo. Tan sólo reivindico la escritura, ese viejo modo de comunicarnos que de no usarlo se deteriora. Menos mal que, en muchos medios musicales que emplean las redes sociales, aún hay algo de ética y estética... aunque roce la pedantería como es mi caso.
Y con esto no quiero ser más papista que el Papa, ni tampoco me las quiero dar de listo. Tan sólo reivindico la escritura, ese viejo modo de comunicarnos que de no usarlo se deteriora. Menos mal que, en muchos medios musicales que emplean las redes sociales, aún hay algo de ética y estética... aunque roce la pedantería como es mi caso.
Escribir bien no deja de ser una pequeña muestra de respeto por el lector. Que se cumplan tus deseos.
ResponderEliminarSiempre me han enseñado la importancia de expresarse correctamente, oralmente y por escrito. En esto segundo, no deberíamos de bajar la guardia nunca. Eso dice mucho de nosotros.
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