La última jornada del Nocturama 2013 no decepcionó y estuvo a la altura de sus predecesoras. Santa Rita y Pony Bravo dieron dos vueltas de tuerca diferentes al público asistente en el Centro andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla.
Sensaciones encontradas. Ese puede ser el resumen de esta última cita veraniega con el Nocturama porque, por un lado, estábamos deseando asistir a un concierto único con estilos muy dispares pero, por el otro lado, éramos sabedores del final del ciclo. Atrás queda un mes de agosto con calores infernales que, en estas noches musicales, La Suite ha sabido poner el ambiente necesario para su travesía. Y en esas nos encontramos, cuando cuatro chicas procedentes de Barcelona suben al escenario y comienzan a dar vida a sus instrumentos. Con un primer álbum bajo el brazo (de un bonito diseño gráfico en su cubierta), Santa Rita comenzó a desgranar High on the seas (Aloud Music, 2013), una auténtica descarga de rock por los cuatro costados de las cuatro protagonistas. El público asistente se encontraba a gusto con lo que estaba escuchando y eso se notaba en el ambiente.
Tema a tema, cada uno con nombre marítimo, ofrecieron las diferentes vertientes que son capaces de hacer Santa Rita, desde la parte más oscura con Mar Muerto, hasta lo más cercano al grunge con Adriático. Entre medias, Fisterra, Báltico, Pacífico ... Así Natalia, Cecilia, Laura y Martha descargaron toda su energía sobre nuestras cabezas y todos supimos agradecerlo. Para mi, fue todo un placer escucharlas dadas las grandes expectativas creadas al escuchar su trabajo y que fueron gratamente aumentadas tras poder conversar con ellas después de la actuación. Os recomiendo encarecidamente que escuchéis su High on the seas y os dejéis llevar.
En la segunda parte, aparecieron los sevillanos Pony Bravo, con la masa de seguidores al frente que habían ido a escuchar sus particulares visiones irónicas de la vida a ritmo de blues y rock. Daniel, Darío, Pablo y Javier son respetados por la crítica musical independiente porque, precisamente, son muy independientes en todo. Desde crear una discográfica (El Rancho) hasta tener todo su material de libre descarga, hacen de Pony Bravo esos chicos rebeldes que hacen lo que quieren sin dar explicaciones a nadie.
Todo eso lo dejaron muy claro con las luces encendidas en el escenario, decenas de bombillas dispuestas sobre los miembros de la banda que daban un efecto de fiesta en mitad del establo. Ante nosotros, desfilaron temas como La niña de fuego, Turista ven a Sevilla o la más reciente Eurovegas, sin olvidar su dedicatoria al que fuera vicepresidente norteamericano en la época de Bush Jr., Cheney, con toda la mala baba del mundo. En definitiva, todo un auténtico final de fiestas que encumbra una vez más al Nocturama como una de las citas veraniegas ineludibles en esta calurosa Sevilla y no queremos dejar pasar la oportunidad de agradecer a La Suite su amabilidad y buen hacer.
Tema a tema, cada uno con nombre marítimo, ofrecieron las diferentes vertientes que son capaces de hacer Santa Rita, desde la parte más oscura con Mar Muerto, hasta lo más cercano al grunge con Adriático. Entre medias, Fisterra, Báltico, Pacífico ... Así Natalia, Cecilia, Laura y Martha descargaron toda su energía sobre nuestras cabezas y todos supimos agradecerlo. Para mi, fue todo un placer escucharlas dadas las grandes expectativas creadas al escuchar su trabajo y que fueron gratamente aumentadas tras poder conversar con ellas después de la actuación. Os recomiendo encarecidamente que escuchéis su High on the seas y os dejéis llevar.
En la segunda parte, aparecieron los sevillanos Pony Bravo, con la masa de seguidores al frente que habían ido a escuchar sus particulares visiones irónicas de la vida a ritmo de blues y rock. Daniel, Darío, Pablo y Javier son respetados por la crítica musical independiente porque, precisamente, son muy independientes en todo. Desde crear una discográfica (El Rancho) hasta tener todo su material de libre descarga, hacen de Pony Bravo esos chicos rebeldes que hacen lo que quieren sin dar explicaciones a nadie.
Todo eso lo dejaron muy claro con las luces encendidas en el escenario, decenas de bombillas dispuestas sobre los miembros de la banda que daban un efecto de fiesta en mitad del establo. Ante nosotros, desfilaron temas como La niña de fuego, Turista ven a Sevilla o la más reciente Eurovegas, sin olvidar su dedicatoria al que fuera vicepresidente norteamericano en la época de Bush Jr., Cheney, con toda la mala baba del mundo. En definitiva, todo un auténtico final de fiestas que encumbra una vez más al Nocturama como una de las citas veraniegas ineludibles en esta calurosa Sevilla y no queremos dejar pasar la oportunidad de agradecer a La Suite su amabilidad y buen hacer.
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