Te voy a decir una serie de factores que, todos juntos, quizás te hagan poner los dientes muy largos. Noche de verano, al lado de la playa, con un paseo marítimo lleno de gente pero sin agobiar, ciudad en fiestas, buena temperatura (ni frío ni calor) y un escenario. Sobre él, uno de los grupos británicos que han marcado a fuego su impronta sobre el menospreciado brit-pop, pero que no les hace falta enmarcarse en él porque ellos mismos se bastan y sobran. El pasado 9 de agosto, en la playa de Riazor de A Coruña, Suede realizó el sortilegio por el que las meigas se ausentaron durante más de hora y media y dejaron que Brett Anderson y colegas sonaran como los mismísimos ángeles.
(Fotografía: La Voz de Galicia) |
Sencillamente, Suede no defraudaron. Tras estar más de una década fuera de los focos como grupo y con un recientemente publicado magnífico álbum, Bloodsports, la cosa pintaba más que bien y la afluencia de público estaba a la altura de las circunstancias, llegando a verse situaciones muy familiares con miembros de múltiples edades entre el público. Es lo que tiene los eventos gratuitos en fiestas, que mucha gente te va a ver actuar, aunque no te conozca. Pero, desde ese instante, quién sabe...
El señor Anderson estaba en forma y, aunque dista mucho de aquel joven a veces obsceno en sus movimientos mostrando más allá de su cintura, no dejaba de moverse y saltar animando al público e invitándole en repetidas ocasiones a que le acompañase en los coros y estrofas de muchas de las canciones. Ese fue el caso del más que esperado Animal nitrate, donde todo comenzó, o el no menos elegante So young, de aquel seminal disco que marcó la pauta del sonido característico de guitarras sucias y agudas. Pero no dejaron de lado lo que venían a hacer, y la presentación del último disco fue avalada por la espectacular Barriers, una de las mejores para mi gusto, así como It starts and ends with you o la más poderosa Hit me. Por supuesto, la intensidad dramática apareció justo al principio, con Europe is our playground, algo raro para comenzar un concierto pero efectivo al máximo, sin duda. Grande, como siempre, Trash, incontestable tema de tintes hímnicos como otras tantas que nos puso como motos. ¡Ya ves! Y, si no, ¿qué me decís de Beautiful ones? Simplemente, apoteósico. ¿Se nota que me gustan?
La pega (porque, por desgracia, hubo una pega para mi) fue el bis. Digo bien: sólo interpretaron un tema y más bien flojito, mala elección para finalizar un concierto así, pero qué se le va a hacer... Con Saturday night, los inconmensurables Anderson, Buttler y demás miembros, salieron del escenario con el mar a un lado. Por si aún no te he abierto las ganas de verles en directo, déjame insistir una vez más ya que, en noviembre, Suede vuelven a nuestro país y dejarán en Madrid y Barcelona su estilo más que contundente.
(Fotografía: La Voz de Galicia) |
La pega (porque, por desgracia, hubo una pega para mi) fue el bis. Digo bien: sólo interpretaron un tema y más bien flojito, mala elección para finalizar un concierto así, pero qué se le va a hacer... Con Saturday night, los inconmensurables Anderson, Buttler y demás miembros, salieron del escenario con el mar a un lado. Por si aún no te he abierto las ganas de verles en directo, déjame insistir una vez más ya que, en noviembre, Suede vuelven a nuestro país y dejarán en Madrid y Barcelona su estilo más que contundente.
Qué envidia. Me alegro por vosotros, tío.
ResponderEliminarMuchas gracias, colega. Realmente, fue todo un conciertazo de los que a ti y a mi nos ponen las pilas, seguro. Ahora, a por más conciertos!!
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