Lamentablemente, tenemos que hacernos eco de otra gran pérdida para la industria musical a nivel mundial y, en cierta medida, para una parte de nosotros mismos. El más que reconocido productor musical Phil Ramone, ha fallecido en Nueva York a la edad de setenta y dos años. Se nos va, así, una pieza clave y fundamental en la forma de entender la música durante casi las cinco últimas décadas.
Los últimos días del productor los ha pasado ingresado en un hospital de Nueva York, desde finales del pasado mes de febrero por un aneurisma, hasta su fatal desenlace. Los que aún podemos seguir disfrutando de su legado, podemos homenajearle de la mejor manera que sabemos hacer: hablar de su obra. Sería injusto hacer un resumen de su más que amplia y galardonada carrera en el mundo de la música, pero también es de ley recordar que realizó trabajos para gente tan importante en la música como Frank Sinatra, Ray Charles y Paul Simon. Su buen hacer, al principio como ingeniero de sonido y luego como productor, resultó premiado con un Grammy en catorce ocasiones y se ganó a pulso el cariñoso sobrenombre de "el Papa del Pop" ya que, además de los descritos con anterioridad, también pasaron por sus manos de producción Aretha Franklin, Stevie Wonder, Paul McCartney y Elton John.
Fundador del famoso estudio de grabación A&R, ya desde joven ofreció visos de que iba a convertirse en alguien grande en la música. Y lo consiguió. No como músico ni intérprete, y eso que tuvo unos amplios estudios de violín desde los tres años de edad, sino como aquél que, en la sombra, es capaz de poner la diferencia entre un trabajo mediocre o un increíble proyecto. Así, y perdonad que insista, la lista de artistas que engrosan su palmares se puede completar con Burt Bacharach, Laura Branigan, Karen Carpenter, Chicago, Natalie Cole, Bob Dylan, Olivia Newton-John, Carole King, Gloria Estefan, Billy Joel, Fito Páez, Quincy Jones, B. B. King, Julian Lennon, Madonna, George Michael, Sinéad O'Connor, Luciano Pavarotti, André Previn, Peter, Paul and Mary, Rod Stewart, James Taylor, Liza Minnelli, Barry Manilow, Clay Aiken, Tony Benett, Barbra Streisand, Sharleen Spiteri, Dionne Warwick... Apabullante.
Al igual que pasa con otras figuras insignes de la profesión, buscar a Phil Ramone era como buscar el éxito asegurado, un marchamo especial por la que el artista era capaz de dar lo que fuera ya que, después de su paso, cada canción producida se convertiría en oro. De ahí, ese amplio abanico de estilos sobre los que era capaz de desplegar sus alas, aunque en todos se notaba su sombra por la elegancia y serenidad de las piezas.
Relacionado con lo anterior, cabe destacar que Phil Ramone estuvo detrás de algunos de los discos que ganaron el premio Grammy al mejor álbum del año, como son Still Crazy After All These Years, de Paul Simon, 52nd Street, de Billy Joel (disco que se considera como el primer gran lanzamiento comercial en formato CD) y Genius Loves Company, de Ray Charles. Y, si nos abstraemos un poco de los discos individuales, en su prolífica carrera también nos podemos encontrar producciones para televisión, cine y teatro, destacando su participación exitosa en las bandas sonoras del musical de Broadway Promises, Promises (allá por 1970) y en la de la película Flashdance, que muchos aún tenemos en la cabeza (en imágenes y, sobre todo, en sonidos). Ni que decir tiene que por ambas producciones fue laureado.
Seguiremos escuchando sus aportaciones con el respeto que se merecen. Descanse en paz.
Los últimos días del productor los ha pasado ingresado en un hospital de Nueva York, desde finales del pasado mes de febrero por un aneurisma, hasta su fatal desenlace. Los que aún podemos seguir disfrutando de su legado, podemos homenajearle de la mejor manera que sabemos hacer: hablar de su obra. Sería injusto hacer un resumen de su más que amplia y galardonada carrera en el mundo de la música, pero también es de ley recordar que realizó trabajos para gente tan importante en la música como Frank Sinatra, Ray Charles y Paul Simon. Su buen hacer, al principio como ingeniero de sonido y luego como productor, resultó premiado con un Grammy en catorce ocasiones y se ganó a pulso el cariñoso sobrenombre de "el Papa del Pop" ya que, además de los descritos con anterioridad, también pasaron por sus manos de producción Aretha Franklin, Stevie Wonder, Paul McCartney y Elton John.
Fundador del famoso estudio de grabación A&R, ya desde joven ofreció visos de que iba a convertirse en alguien grande en la música. Y lo consiguió. No como músico ni intérprete, y eso que tuvo unos amplios estudios de violín desde los tres años de edad, sino como aquél que, en la sombra, es capaz de poner la diferencia entre un trabajo mediocre o un increíble proyecto. Así, y perdonad que insista, la lista de artistas que engrosan su palmares se puede completar con Burt Bacharach, Laura Branigan, Karen Carpenter, Chicago, Natalie Cole, Bob Dylan, Olivia Newton-John, Carole King, Gloria Estefan, Billy Joel, Fito Páez, Quincy Jones, B. B. King, Julian Lennon, Madonna, George Michael, Sinéad O'Connor, Luciano Pavarotti, André Previn, Peter, Paul and Mary, Rod Stewart, James Taylor, Liza Minnelli, Barry Manilow, Clay Aiken, Tony Benett, Barbra Streisand, Sharleen Spiteri, Dionne Warwick... Apabullante.
Al igual que pasa con otras figuras insignes de la profesión, buscar a Phil Ramone era como buscar el éxito asegurado, un marchamo especial por la que el artista era capaz de dar lo que fuera ya que, después de su paso, cada canción producida se convertiría en oro. De ahí, ese amplio abanico de estilos sobre los que era capaz de desplegar sus alas, aunque en todos se notaba su sombra por la elegancia y serenidad de las piezas.
Relacionado con lo anterior, cabe destacar que Phil Ramone estuvo detrás de algunos de los discos que ganaron el premio Grammy al mejor álbum del año, como son Still Crazy After All These Years, de Paul Simon, 52nd Street, de Billy Joel (disco que se considera como el primer gran lanzamiento comercial en formato CD) y Genius Loves Company, de Ray Charles. Y, si nos abstraemos un poco de los discos individuales, en su prolífica carrera también nos podemos encontrar producciones para televisión, cine y teatro, destacando su participación exitosa en las bandas sonoras del musical de Broadway Promises, Promises (allá por 1970) y en la de la película Flashdance, que muchos aún tenemos en la cabeza (en imágenes y, sobre todo, en sonidos). Ni que decir tiene que por ambas producciones fue laureado.
Seguiremos escuchando sus aportaciones con el respeto que se merecen. Descanse en paz.
Comentarios
Publicar un comentario