El pasado año 2012 tuvimos oportunidad de comprobar cómo se las gasta CYAN en directo, cuando se subieron al escenario del Festival Territorios Sevilla. No
debe ser fácil afrontar un episodio nuevo de tu carrera cuando el anterior, Historias para no
romperse (2011), está aún demasiado reciente y ha dejado un regusto tan positivo en los paladares
de público, medios y distintos sectores de la industria musical.
Después de esta situación, a CYAN se les presenta una disyuntiva a la hora de empezar a trabajar en sus
nuevos temas. Podrían haber tomado el camino más fácil, continuista,
repleto de atajos y bastante previsible, pero decidieron ir por el lado difícil, más visceral y menos
inmediato. Así se presentan los temas de su tercer álbum, Delapso, que nace de una serie de necesidades involuntarias de los miembros de la banda:
la de reencontrarse con un bagaje musical más oscuro y menos evocador que en
anteriores entregas; la de mostrar su fascinante universo cultural e
intelectual a través de sus canciones y la de cautivar a propios y extraños con
un sonido aparentemente sucio, singular, que les acerca a un rock más
intuitivo, emocionante y poliédrico. Definitivamente, este trabajo les aleja del pop
inofensivo convencional. Para muestra, el tema presentación del disco, Un colectivo de raro propósito, donde se les nota inmensamente
contundentes, incisivos.
Delapso ha sido un trabajo en el que se lo han hecho casi todo ellos (pre-producción,
grabación, arreglos, parte de las mezclas, masterización), sin dejar nada
al azar. Tan sólo, han contado con
CYAN te presentan esta nueva propuesta, llena de honestidad y de trabajo bien hecho, y ahora es tu turno para evaluarlo asistiendo a sus conciertos. El próximo 14 de marzo tendremos la primera oportunidad en Sevilla (Sala Luxuria, antes Malandar), así que vivamos su experiencia.
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