Se habían hecho largos los cinco años de espera para todos los seguidores sevillanos de Wilco, que como volvimos a comprobar ayer, son muchos y muy fieles. El ambiente era un reflejo de la banda: gente de mediana edad tranquilamente no convencional. La organización muy buena, todo era ágil y agradable.
Y así con una puntualidad muy de agradecer, salieron a un escenario plagado de instrumentos presidido por cuatro enormes teclados, y desde el inicio sorprendieron con un repertorio y una interpretación mucho más rockera de lo que nos esperábamos; los medios tiempos fueron la excepción y no la norma. Parece que en esta gira dejaron la parte lírica para el Liceo de Barcelona y el rock para Sevilla.
Un tipo listo debe ser Jeff Tweedy para haberse rodeado de una banda tan estupenda. Si hace unos años nos sorprendían, hemos confirmado que su estado de gracia es permanente. El propio Jeff Tweedy está correctísimo a la voz y las guitarras (aunque dijo que estaba acatarrado, no me lo pareció la verdad), Pat Sanson (guitarra y teclados) es muy elegante tanto en lo visual como en lo musical, John Stirratt (bajo y voz) ejerce de escudero al lado del Tweedy, y completan la banda Mikael Jorgenssen a los teclados y Glen Kotche a la batería, ambos muy interesantes. Y luego está Nels Cline. Este larguirucho que se mueve a espasmos nos dejó con la boca abierta ya en Ashes of American Flags, así que ayer estábamos deseando que cogiera su Jaguar y se electrificaran (ambos). De hecho se llevó las grandes ovaciones de la noche tras sus largos, precisos y preciosos solos de Handshake Drugs o Impossible Germany.
Por suerte para todos sus fans, equilibraron el repertorio de sus dos horas de concierto entres sus ocho discos de estudio, y además de tocar las canciones de su The Whole Love (2011) recuperaron clásicos como Misunderstood, Jesus etc. o Shouldn´t be ashamed.
Un desfile de temas (y de guitarras: utilizaron más de diez) que enganchó al público desde el primer minuto hasta el último. Y nos quedamos con ganas de más. Pasadas las doce y veinte se despedían de todos nosotros. Hasta pronto.
Todavía estoy conmocionado.
ResponderEliminarNo pude separar mis ojos del escenario y tampoco pude cerrar la boca de asombro desde el pricipio hasta el final.
Hace tiempo que no escuchaba tanta calidad, talento, originalidad, virtuosismo, estilo, etc.
Sublimes
Vaya!! estamos pensando ir a Sevilla a vivir, otra vez de vuelta, y podremos disfrutar de bandas como esta!!...
ResponderEliminarsaludos.
Todo un acontecimiento que unos privilegiados, como nosotros, pudimos presenciar. Gran sonido, excelente música y brillantes intérpretes. A mi me pasó igual: durante todo el espectáculo estuve totalmente hipnotizado y se me hizo corto.
ResponderEliminarBien por Wilco!!
Excelente crónica, sin duda.
Muchas gracias por los comentarios. Desde Abrete de Orejas estamos de acuerdo en que, menos mal, en Sevilla hay inquietud por traer artistas de gran calado.
ResponderEliminarQue no decaiga!!
Saludos.