Escrito por Sr. Smith.
Concierto ideal para cuarentones, que éramos mayoría. El “planta” estaba tranquilito, no se llenó pero había un número perfecto para disfrutar sin agobios.
Concierto ideal para cuarentones, que éramos mayoría. El “planta” estaba tranquilito, no se llenó pero había un número perfecto para disfrutar sin agobios.
Precious Few, amiguetes de David Gedge, son un dúo alemán que se estrenaba en España. Guitarra y melódica (ese pequeño instrumento con teclado y que hay que soplar) para, como os imaginareis, una música intimista sin grandes alardes.
Mientras David Gedge se paseaba por el puesto de merchandising muy serio, como concentrándose para el show. Algunos tratamos de entablar conversación pero no se dejo, aunque no puso pegas a salir en fotos y firmar algunos discos y demás parafernalia. Algunas chicas se admiraban de que, a pesar de llevar mas de 25 añitos en esto, el tío se mantiene en buena forma.
Empieza el concierto con End Credits: dos baterías (bueno una, pero con guitarrista y baterista aporreando), guitarra y bajo, quizás para despabilar un poco el patio que estaba la mar de relajadito gracias a Precious Few. Fantásticos, serios, muy serios.
Siguieron con clásicos mezclados con un par de temas de Valentina y un tema en alemán cantado por Pepe le Moko (hierática bajista) que no conocía (Erinner Dich). Pero la “chicha” llego con Seamonsters. Prácticamente entero y de una tacada. Y como dije antes serios y concentrados, rápidos, muy rápidos. Esas guitarras tan veloces fueron las que siempre me alucinaron de los Wedding, como podía alguien correr sobre las cuerdas a esa velocidad y sonar tan endiabladamente bien.
Destacaron Dalliance, Coduroy y Lovenest por su intensidad y sus características montañas rusas. Sin ser mi disco favorito de The Wedding Present debo decir que disfruté (disfrutamos) de lo lindo.
Acabaron con Click click (gran ovación) y el clásico What have I said now? Y fin sin bises ni nada de nada (como ya me chivó Mr.Floyd). Y vuelta al puesto de merchandising.
Serio y distante como si fuera una Megaestrella del rock, condescendiente con el público, ni pizca de complicidad y un toque de desdén.
ResponderEliminarPero qué buena música ...
Magnífico toque de muñeca que tiene David. Es admirable cómo mantiene la esencia del grupo, aunque pasen los años.
ResponderEliminarMuy buena crónica, si señor.
Saludos!!