Su voz exquisita, junto con la delicadeza con la que se acompaña al piano y la guitarra, la sitúan muy por encima de otras revelaciones recientes. Sus dos primeros discos, Worrisome Heart y My One and Only Thrill, han permitido descubrir a una artista única, que acaricia al público con sus fantásticas versiones de los clásicos imperecederos del jazz y el blues y con sus acertadas composiciones.
La jóven Melody Gardot ha demostrado poseer un talento natural e instintivo para saber dar un toque personal e inconfundible a las obras maestras vocales del jazz y el blues. El cariño que siente, además, hacia la música brasileña le ayuda a añadir una nota especial a los grandes temas. Sirva de ejemplo la interpretación de Over the Rainbow (El mago de Oz), en la que nadie le ha dado, como Gardot, ese matiz latino.
Estudió música de niña y empezó a tocar el piano en locales de Filadelfia, cuando contaba con tan sólo dieciséis años. Pero, un grave accidente que sufrió tres años después fue lo que la impulsó definitivamente a sumergirse en la magia de la música. Fue atropellada por un coche cuando iba en bicicleta y eso le provocó unas lesiones muy graves que la obligaron a estar hospitalizada un año. Gracias a la música, pudo superar esas secuelas y desde entonces ella es una ferviente defensora de la musicoterapia.
El próximo 19 de noviembre podremos disfrutar de su compañía dentro del Ciclo Grandes Intérpretes, que se celebra en el Teatro de la Maestranza de Sevilla.
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