Pocas veces en la vida, sobre todo si dependes de cuestiones económicas como la inmensa mayoría del personal hoy en día, se presenta una oportunidad en la que te lo juegas casi todo. Como dice mi socio, "vas a calzón quitado" y lo piensas después. Y unos de esos insensatos fuimos nosotros, la representación de Abrete de Orejas en el Festival Optimus Alive 2012, celebrado en Algés (Lisboa, Portugal), pero esta vez no había excusas para tomar la decisión. Estábamos a punto de fraguar una de las partes más importantes de nuestra historia y no se nos podía escapar.
A medida que la tarde caía, los suecos Refused se empeñaban en caldear el ambiente, aún incipiente, de un Festival Optimus Alive que estaba preparándose para la primera de sus tres noches gloriosas. Con mucho ruido y muy buenas intenciones Denniz Lyxzén, cantante de Refused, sudó la camiseta mientras repasaban su carrera interrumpida en 1998 con tan sólo tres álbumes, pero que vuelven a retomar para sorpresa de todos mediante su presentación en diversos festivales. La ecualización estaba especialmente elevada para un contenido, de por si, potente y con una audiencia aún por instalar.
A medida que la tarde caía, los suecos Refused se empeñaban en caldear el ambiente, aún incipiente, de un Festival Optimus Alive que estaba preparándose para la primera de sus tres noches gloriosas. Con mucho ruido y muy buenas intenciones Denniz Lyxzén, cantante de Refused, sudó la camiseta mientras repasaban su carrera interrumpida en 1998 con tan sólo tres álbumes, pero que vuelven a retomar para sorpresa de todos mediante su presentación en diversos festivales. La ecualización estaba especialmente elevada para un contenido, de por si, potente y con una audiencia aún por instalar.
Foto: Silvia Lopes y Ruben Viegas (thelineofbestfit.com)
Después, le tocó el turno a Gary Lightbody y su banda, los escoceses Snow Patrol. De repente, una ola de sonidos envolventes con una gran calidad interpretativa inundó el recinto. Las melodías compactas acompañaban la perfectamente modulada voz de Gary que interaccionó en varias ocasiones con un público entregado y que hizo gala de su simpatía a golpe de sonrisas. Con naturalidad, iban apareciendo las canciones pertenecientes a su discografía compuesta de seis discos, sonando a ratos a soft AOR y a ratos recordando al Coldplay más armónico, con uno de los momentos álgidos interpretando "Chasing Cars".
Rindiendo honores a los grupos que ellos precedían, se despidieron para dar paso a una parte importante, rozando la mitología viva, de la música germen del sonido Madchester.
Rindiendo honores a los grupos que ellos precedían, se despidieron para dar paso a una parte importante, rozando la mitología viva, de la música germen del sonido Madchester.
Los nervios estaban a flor de piel por presenciar la actuación de The Stone Roses, tras sus quince años de ausencia musical. El delirio se desató cuando fueron apareciendo por el escenario Reni, Mani, John Squire y Ian Brown, y comenzaron, como no podía ser de otra manera, con "I Wanna Be Adored". Hicieron un recorrido casi al completo de su primer trabajo homónimo, el disco más venerado, pasando por "Waterfall", "She Bang The Drums", un épico "This Is The One", la melancolía de "Made of Stone" llevada al éxtasis, y todas ellas aderezadas con la magnífica guitarra de John Squire que, con el paso del tiempo, ha demostrado que sigue siendo todo un maestro creador de punteos rapidísimos y arpegios clásicos entre los clásicos.
Del segundo álbum, Second Coming, para mi desgracia tan sólo extrajeron "Ten Storey Love Song" y "Love Spreads", por lo que fue la única faceta decepcionante del concierto ya que estaba deseando escuchar muchas más.
Del segundo álbum, Second Coming, para mi desgracia tan sólo extrajeron "Ten Storey Love Song" y "Love Spreads", por lo que fue la única faceta decepcionante del concierto ya que estaba deseando escuchar muchas más.
Para este redactor, ver cómo con tres instrumentos se generaba este scroll de sonidos precisos y que Brown sigue siendo él mismo, cantando mal pero sin trampa ni cartón como siempre, resultó una experiencia mística, llegando a ser casi orgásmica cuando "Fool's Gold" hizo acto de presencia . Diez minutos del famoso ritmo machacón que, como en casi todas las piezas, fue perfectamente engrandecida por un apoteósico Squire que hizo lo que le apeteció con su guitarra. Auténtico delirio.
Con "I Am The Resurrection" dijeron adiós entre abrazos y besos. Espero que el título de la canción sea realmente premonitorio y podamos seguir disfrutando de la banda muchas más veces.
"I Wanna Be Adored"
Nota: El vídeo no tiene buena calidad, pero imaginad el cariño que le tengo. Tan sólo sirva como humilde ejemplo de lo que allí se vivió.
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