El mundo de la música es apasionante y no deja de sorprender nunca. Suena a tópico, pero es cierto. Hay ocasiones en que, no se sabe muy bien por qué, ocurren circunstancias que favorecen la unión de inquietudes afines para dar forma a un proyecto musical común.
Hasta ahora no he dicho nada nuevo, pero si a esto le sumas que cuatro miembros de un grupo son de procedencias tan dispares como Cuba, España o Inglaterra, fijan su residencia en Londres y desarrollan un estilo bailando entre la rumba, el blues y ritmos caribeños, comenzamos a hablar de Mano de Dios.
Hasta ahora no he dicho nada nuevo, pero si a esto le sumas que cuatro miembros de un grupo son de procedencias tan dispares como Cuba, España o Inglaterra, fijan su residencia en Londres y desarrollan un estilo bailando entre la rumba, el blues y ritmos caribeños, comenzamos a hablar de Mano de Dios.
En la recientemente terminada edición del Festival Territorios tuve la oportunidad de verlos en directo, presentando temas de su álbum “Sleep through the morning light”, y pude observar como el público asistente iba aumentando en número y en ganas de bailar.
Al frente Jackson Scott, cantante y guitarra española en mano, que se encargaba de ir desgranando las canciones, mezclando el idioma inglés con un castellano de marcado acento andaluz. Animador por excelencia, se encargó de proclamar lo encantado que estaba de estar en Sevilla.
Sky Murphy simultaneaba guitarra eléctrica con el trombón, otorgando más credibilidad al carácter multidisciplinar de la banda. Del otro lado, el cubano Jimmy Martínez aferraba el bajo, y detrás de todos Roberto Ares se encargaba de imponer su percusión.
Su puñado de canciones le dió la vidilla necesaria al personal para encarar los siguientes conciertos que tendrían lugar.
Mano de Dios están inmersos en una gira que los llevará a finales de mayo por Madrid para saltar y participar en varias actuaciones en Inglaterra y volver de nuevo a nuestro país para participar en el prestigioso Festival Manchapop. Después vuelven a cruzar el mar para llegar a su casa y, como última fecha confirmada, participarán en el celebrado Bestival. Sin duda, ahora el camino siempre será hacia adelante.
Estos chicos aterrizan en nuestro país de la mano de IPOPYOU y gracias a la amabilidad de sus integrantes pude tener la oportunidad de compartir con ellos unos minutos mientras se relajaban después del concierto. Pude comprobar que la música es un motivo más que suficiente para mover lo que haga falta. Las personas que andaban por el backstage se conocían de verse en otras similares y el ambiente era muy agradable. Hablando con Roberto, me comentó que su aventura se inició hace doce años, cuando se fue a Londres para estar un breve plazo de tiempo, a buscar suerte. El tiempo pasó y allí se quedó, aunque siente morriña de su tierra natal (Galicia). Pero, se le veía feliz de participar en este ilusionante proyecto en el que han encajado muy bien todos sus miembros.
Pasar de actuar en fiestas y clubs privados a intervenir ante un número mayor de gente y comenzar a darse a conocer al mundo. Sencillamente, emocionante.
Desde aquí quiero agradecer a Pilar, Cristina y, especialmente, a Vanesa por su atención y cariño. Esperemos vernos en más conciertos.
Gracias por estos post musicales!!... que nos dan nueva música para escuchar.
ResponderEliminarslaudos.
Muchas gracias, amigo. Nada mejor que aprender cosas, transmitirlas y ver que hay gente a la que le gusta. Ese es el mejor regalo.
ResponderEliminarAhora, a disfrutarlo y compartirlo con todos aquellos que quieras.
Saludos!!