Martirio volvió a enamorar al público en el Nocturama

Jueves, 26 de agosto por la noche. “Arreglá” pero informal, salgo hacia el Monasterio de la Cartuja con unas amigas al concierto que va a ofrecer Martirio en el ciclo Nocturama en Sevilla.

Información previa que tengo: alguna coplilla de los 80, revisita clásicos, imagen rompedora, buena voz, pero no sé mucho más. No he seguido a la artista, pero tengo curiosidad.

Se hizo esperar (¡lo nuestro no es la puntualidad!) pero ¡qué gran concierto!. Una gran intérprete acompañada de un buen guitarrista (Raúl Rodríguez), escenario desnudo pero lleno de mucho arte.

Martirio es además una gran maestra de ceremonias. Enlaza las canciones con maestría, salpimienta el concierto con cercanía, gracia y frescura. Hace un repaso a temas de siempre, propios (“Yo vengo a ofrecer mi corazón”, “Separada sin paga”, “Las 1000 calorías”, “Sevillanas de los bloques”) y ajenos (homenajes a Carlos Cano, Chavela Vargas, Mari Fe de Triana). Hace actuales las coplas de toda la vida, y el respetable, en donde están incondicionales; otros, como yo, descubriendo; jóvenes y no tan jóvenes; modernos y menos modernos, nos entregamos al disfrute de su voz y su interpretación.

Dice que esta noche se siente un poco como Alejandro Sanz, que tarareamos sus canciones y que lo va a celebrar “durmiendo en diagonal”. Nos adelanta que el día 16 de noviembre ofrecerá la presentación de su nuevo disco en la sala Cajasol.

¡Tomen nota en su agenda!