Despitaos, más roqueros que nunca

Escrito por: María Patrignani Cuerda

Llevan 10 años rulando por los diferentes escenarios del país y vinieron a celebrarlo. Salieron al escenario de la sala Luxuria (antigua Malandar) a lo grande, con una musiquilla de fondo que llamó la atención del público, y sin mediar palabra comenzaron con Tus fines de semana y con un par de cojones, y sin dar explicaciones, entonaron Resucito que sonó por todos rincones de la sala. Continuaron con su particular recorrido por sus éxitos más cañeros, esos del principio, de los de antes de saltar a la fama con Física y Química, y resulta que todos los allí presentes saltaban y cantaban Ciego y viéndolas venir, y se llevaron un buen rato Dibujando primaveras, hasta que casi pudieron abrazar la voz de Dani con Lo que hemos vivido.

Y no tuvieron nada de lo que arrepentirse, porque cuando llegó el turno de Las cosas en su sitio el aforo entero se volcó a corear y dar palmas, porque a pesar de que sea de sus canciones más recientes los asistentes eran de esos fans que se las saben todas y disfrutan como locos de cada acorde. Tras Evohé nos perdimos por los bares y buscamos Soportales y llenamos de espuma nuestro corazón Con un poco de suerte porque nos estábamos preparando para Los días contados.

La noche iba viento en popa, todos estaban disfrutando y se notaba. El momento romanticón de la noche lo pusieron con No, Estrella y Desde que nos estamos dejando, el guitarrista del grupo también tuvo su momento de gloria con Un beso y nada más, canción que él mismo compuso. Entonaron la versión más roquera de Caricias en tu espalda que había escuchado hasta el momento y hubo un pequeño problemilla de sonido rápidamente solucionado con la esperada Cada dos minutos que hizo que toda la sala saltase al ritmo de la conocida canción, haciendo los coros como si fuéramos Kutxi.

Por supuesto no pudo faltar ese Ruido, y nadie se escondió de nada porque llegaba el turno de 137 horas y Se me olvida olvidarte, se acercaba el final de la noche y Dani nos daba las Gracias, pero como era de esperar nadie quería que se fueran y nos regalaron unos generosos bises en los que lo dieron todo. Así el  broche final de la noche lo pusieron con Hoy, la magnífica Mírame y una auténtica declaración de intenciones con Estoy aquí. Terminaba así un concierto divertido, en el que no paramos de saltar y en el que se notaba que tanto los de arriba del escenario como los de abajo disfrutaron de lo lindo.