Holywater nos llevan a través de Wasteland

Tenemos entre manos un buen disco de rock. Ese es, en definitiva, el epígrafe que resumiría demasiado escuetamente la última obra de Holywater, grupo gallego que con diez años de vida en el panorama musical nacional, poseen ya cinco álbumes publicados, siendo el último Wasteland.

Al igual que otros grupos paisanos y contemporáneos, los muchachos de Holywater han desarrollado a través de Ernie Producciones sus atracciones y obsesiones por el rock alternativo británico, con influencias muy claras procedentes de la costa este norteamericana. Y el resultado se puede desgranar canción a canción, con una fuerza interpretativa rebosante de magnetismo y electricidad contenida, liberada a base de energía que prepara al disco a una puesta en escena en directo totalmente vibrante.

Once temas en los que Ricardo Rodríguez ha sacado a la luz todo su saber hacer acumulado en estos años. A tan sólo dos años del último trabajo de la banda, podemos comprobar cómo Grow beaf with silence pone las cosas en su sitio durante la apertura del disco, seguida del contrapunto marcado por Deeper down the grass. El desarrollo apunta maneras y, a medida que aparecen las canciones, tu eres capaz de darte cuenta que estás siendo enganchado a ellas, casi sin querer.

En el tema There’s Something Around, podemos apreciar que se trata de un excelente tema rockero con un solo de guitarra al final que hace fácil imaginarse cómo podría resultar en directo, en alguno de los conciertos que Holywater tienen programados por nuestro país para presentar Wasteland. Podemos decir que hemos llegado al punto más álgido del disco porque, a partir de este tema, la obra experimenta hasta alcanzar un nivel de calidad muy elevado y que se sostiente de modo permanente hasta llegar a la otra gran pieza del álbum, como es Brave, Free que, tal y como sucede en otras piezas, comienza recordando a Placebo pero la voz desgarrada de Ricardo resalta sobre los demás instrumentos como uno más, pero con suficiente poderío como para no olvidar que, ante todo, lo que estás escuchando es rock sin apelativos.

Incluso en el tema que da título a tan redondo trabajo, la armonía musical se hace cómplice de una pseudo-tranquilidad que no tarda en florecer con energías nunca escondidas. En definitiva, un gran disco de rock, con sonido maduro, homogéneo y de gran solidez que hacen muy atractiva la idea de poder asistir a uno de sus conciertos. Actualmente, la banda se encuentra de gira (puedes consultar las fechas disponibles en nuestra Agenda de Eventos), así que puede ser que muy pronto tengas la oportunidad de ir de visita a ese paisaje desolador que es Wasteland de la mano de Holywater, quienes te lo harán mucho más llevadero y menos descorazonador.