Sala & the Strange Sounds visitaron la Sala Fun Club (Sevilla) y dejaron claro que, aun siendo jóvenes, muestran un gran respeto por sus fuentes musicales de inspiración demostradas en las impecables interpretaciones que llevaron a cabo.
Tras una introducción a capella por el grupo, comienza el riff potente de Flip a coin. Así, a modo de Arctic Monkeys, se inicia un concierto que durante hora y media recorre los temas de su álbum It's Alive!, siendo el factor más destacable de todo el espectáculo la perfecta modulación en la voz por parte de Sala Elassir, líder al frente del grupo que, por una lesión en su mano derecha, no pudo portar la guitarra.
Con las introducciones realizadas por el propio Sala y las complicidades con el resto de miembros del grupo, poco a poco fue formándose el repertorio de esta noche. Las canciones destacan porque transmiten optimismo de una generación desencantada, con ritmos happies que te invitan a moverte, sin poderlo evitar. Vivianne revive, en cierta medida, el legado de los clásicos The Jam y, más recientemente, Weezer aparece en Count me out. La perenne presencia de The Beatles en el ambiente se concentra en Don't you let me down y una magnífica parte coral muy familiar protagonizada por el batería, Kjetil Hallre. En Tonight volvemos a recorrer las calles de Londres a ritmo del punk setentero, rayando el ska, con un Sala en plenitud de facultades con su voz. Danny boy fue dedicada, en palabras del batería haciendo un esfuerzo por decirlo en castellano, a todas aquellas personas que nos podemos encontrar muchas veces en la vida y que son "gilipollas" y rememora con nostalgia el espíritu de Joe Strummer en la ribera del Támesis.
Hubo bastantes alusiones musicales a sonidos británicos de los noventa, siendo inevitable recordar a Blur o la imagen de Pulp en algunos temas, aunque se podrían situar próximos a una versión más dulce de The Clash, grupo que fue homenajeado en la velada bajo la interpretación de Death of glory. No fueron los únicos ya que, posteriormente, fueron visitados The Ramones y su contagioso ritmo inicial de batería con Rock & Roll radio. La triada de versiones fue culminada con una extensa adaptación de So lonely, de The Police, en la que los cuatro instrumentistas sobre el escenario tuvieron su parcela interpretativa individual y Sala aprovechó para bajarse al público y hacerles partícipe en los coros.
La pieza que marca la inflexión del concierto es Affectology, la segunda más larga del concierto, en la que se explora con sonidos más cercanos al madchester, de medios tiempos y participación primordial de los guitarras en su parte central instrumental. Quizás es la canción más intensa y menos fresca, pero de gran elaboración y desarrollo en tres partes bien definidas.
Con la cabeza cubierta de bolsas de papel comenzaban la reivindicativa No Way, sarcástica crítica a los dominios de las discográficas, y Margot, con su suave pop sesentero, cerró un concierto de muy buen sonido y de agradables melodías.
Tienen experiencia y tiene ganas. Yo que tu, permanecía atento a lo que nos puedan ofrecer en un futuro y, si tienes oportunidad de verles en directo, no lo dudes porque te llevarás una grata sorpresa.
Interesante concierto de un grupo que promete. Les seguiremos.
ResponderEliminarPD: La versión de los Clash fue Death or glory. Cuidadín cuidadín.
Sin duda, un error imperdonable y una mala pasada provocada por el cansancio.
ResponderEliminarRectificado y corregido. Muchas gracias!!