Sala Elassir es el frontman de Sala & the Strange Sounds y, justo antes de la prueba de sonido previa a su concierto, nos atendió amablemente en esta charla extensa y amena sobre sus vicisitudes e impresiones del mundo de la música. Y, aunque el ambiente que nos rodeaba era frío y lluvioso, a Sala no se le cayeron los anillos y entramos fácilmente en calor con la conversación.
En mayo se lanzó
vuestro primer LP “It´s alive!” y, después de echarlo a rodar en todo este
tiempo, ¿cuáles son tus primeras impresiones sobre la respuesta del público?
La verdad es que mejor
imposible, estamos halagadísimos. Vemos que está gustando mucho y la respuesta
a pie de público es impresionante. Cada vez hay más y más respuesta en salas
más y más grandes en diferentes ciudades. También a nivel de prensa y medios hemos
recibido muy buenas críticas. Para ser un grupo tan independiente, nos llega
cada vez más el comentario de gente que se piensa que llegamos desde la
estratosfera, y nos dicen: “pero ¿qué respaldo tenéis?”. Lo hemos hecho todo
desde casa casi y nos enorgullece ver que el disco, el videoclip y los singles
se han colado en medios tan potentes como la MTV. Nos hemos metido en
muchos sitios que pensábamos al principio que sería imposible… a no ser que
pagases, claro (risas) o chanchullos corporativos, sabes, …Estamos muy
orgullosos y muy contentos.
Siempre los inicios son duros…
Hay que currar y currar y currar.
Lo tenemos clarísimo.
Me lo imagino… Cuéntame un poco como han sido tus comienzos, ¿por qué
te decidiste a participar de lleno en el proceloso mundo de la música?.
Estaba viviendo en Londres y me
surgió la oportunidad de grabar un disco, antes de estar en este proyecto, con
bastante respaldo discográfico, muchos medios, mucho apoyo… Yo entonces
trabajaba en otras cosas, tenía una vida normal (risas) … Me hicieron una
primera oferta bastante interesante y, con 24-25 años me dije ¡vamos!, ¡nos
tiramos a la piscina y a ver que tal! Fíjate que, irónicamente, no me gustó nada
en lo que me metí. Aunque teníamos todo lo que no tengo hoy, venía con unas directrices
muy claras de cómo tenía que componer, cómo tenía que cantar, cómo tenía que
vestirme, … Es un tópico, pero sigue
pasando (risas) y lo he vivido yo sin ir más lejos. Si hubiera sido mejor actor,
me hubiera salido mejor, pero como se me da fatal disimular… Ya que conocía muchas salas de Londres y me había
hecho un hueco, decidí aventurarme y, ya que estamos haciendo esto, si vamos a
morir, muramos de pie, ¿sabes? (risas) Y ahí fue un poco donde comenzó el
grupo.
Ahora ya ha empezado tu gira, y tengo entendido que vuestro directo
es bestial, así que…
Si, si. ¡Vamos a meterle caña!
¿Que respuesta le das tú a la gente ante esas expectativas? ¿Qué ofrecéis en directo?
Voy a ir a los orígenes del grupo. En Londres hay 40.000
grupos y salas, levantas una piedra y te salen 8 grupos, igual que aquí con los abogados (risas) y, estando ahí, aprendimos una cosa desde
el primer momento. No vale con sonar bien o ser agradables, tienes que dejar a
la gente impactada de alguna forma, porque si no mañana cuando se
levanten, y digan “¡ah, estuvo bien!”, no te sirve. Hay que llegarles, tienes
que mostrarles, tienes que comunicar, tienes que … que se queden contigo y que
flipen, que corran la voz, que hablen con sus amigos y que al siguiente
concierto se apunten más aún y es una cosa que parece una tontería, pero es algo que captamos desde el día uno y que esperamos no perderla. Dicen que
la gente se acomoda y eso, … pero por ahora vamos bien (risas), no estamos nada acomodados.
Por otro lado, fue un halago y un honor trabajar con el primer productor en Londres que nos grabó el EP, . Le conocimos en una fiesta e hicimos buenas migas. Resulta que había ganado varios Grammys y que había trabajado con
Bowie,… Una leyenda viva para mí y, cuando nos dijo que quería trabajar con
nosotros, flipé en colores. No me lo creía. Nos dio una lección muy
importante, que fue la de tener muy claro la respuesta a “¿tú por qué eres
especial? ¿qué me vas a dar a mí?” En Londres había un montón de electrónica,
tirando a la música dance, y mucho cantautor tristón, melancólico… (risas), así
que dijimos “¡tío, un poco de vidilla!” Y de todas las opciones que teníamos, apostamos por este sonido, para que la gente
no pare de bailar y de gritar, metiéndoles un poco de caña, que hoy en día
también hace falta. Tal y como está la cosa... No entiendo que con la que está
cayendo no haya más grupos punk por ahí (risas)…
Hablando un poco de etiquetas, ya he oído alguna y los parecidos razonables… A mí no me vale eso. De primera mano, ¿qué
influencias has recibido tú de una polis cómo Londres?
Desde pequeño me van mucho los
Beatles. Soy muy Beatlemaníaco, me parecen de lo mejor que ha pasado en este
mundo. Y quizás se nos nota mucho en
bastantes canciones. Beatles, Kings, todo muy años 60, y a nivel de composición
se nota mucho. Algo más nuevo que hemos incorporado son los Clash, que
me parecen un grupazo, tanto a nivel del rollo que tenían, como la fuerza, el sello,
las canciones. No eran los típicos punkies como Sex Pistols: no se toca, vengo
a hacer ruido y esto es todo mensaje y cero música. Al contrario, eran músicos
muy buenos y tenían mucho coco. Las letras de Joe Strummer me parecen
buenísimas.
Con un EP y un LP bajo el brazo, en vuestro repertorio
de directo ¿rendís algún tipo de homenaje? Es decir, ¿hacéis alguna versión?
Ah, sí, sí… de los Clash,
asiduamente. Haremos una versión nuestra del “Death of Glory”, que además es un
tema que vamos a grabar el lunes con una publicación en Madrid. Joe Strummer
murió hace 10 años en diciembre y vamos a grabarlo como homenaje y, como
estamos con el tema, pues estamos tocándolo bastante. Además, un poco de Los
Ramones, Police… Setentero punkie…(risas) que está bien para animar a la gente
y mover todo.
Como tienes el carácter internacional que tienes, no sólo por tu
procedencia sino por tu bagaje, ¿qué principales diferencias observas tú entre
Inglaterra y España en cuanto a público, y cómo está el mundo musical
en general?.
Pues yo creo que está bastante
mal en todos lados por razones muy diferentes. Londres es un sitio muy grande,
con mucha música y mucha onda a pie de calle, a pie de garitos. Pero llega a un
punto en el que también tiene sus limitaciones. El mercado allí es muy
relevante, muy lucrativo a nivel internacional y tiene unas barreras económicas
bastante fuertes, casi de monopolio, y un grupo independiente como nosotros se
puede topar con un muro. Cada línea de prensa, cada minuto de radio, cada
aparición televisiva, no es que se pague directamente pero se paga, ¿sabes?.
Hay mucho dinero que tiene que pasar entre varios intermediarios, entre
diferentes medios y corporaciones, para que llegues.
Piensas que Inglaterra es un país más abierto, pero cualquier cosa que se escuche y que llegue al público, aunque sea punk, underground… seguro que ha habido marketing y que hay mucha mano metida por ahí. Irónicamente, y sin ofender a nadie, por mis prejuicios pensaba que en España había más amiguismo pero aquí, con los pocos recursos que tenemos y el poco apoyo existente, nos encontramos haciendo nuestra música, que al final es lo que importa. Hemos logrado, volviendo un poco a la primera pregunta, romper varios muros y obstáculos con los que, a priori, todo el mundo nos decía: “olvidaros, tío, aquí no hay nada que hacer”… por alguna razón hemos conseguido llegar a diferentes sitios sin haber pagado. Inglaterra sigue siendo más rica a nivel de actividad cultural musical. En España, creo que en los últimos 10 años se la han cargado, por varios factores. Hasta los 90 casi 2000, había como una clase media de grupos y de músicos, que igual algunos eran superestrellas, pero había grupos muy respetables, muy buenos, que vivían más o menos bien de su música. Desde Extemoduro hasta Los Secretos, Celtas Cortos, Seguridad Social,…
Había movimiento, había grupos, había variedad. Igual no estaban todos forrados, pero más o menos vivían dignamente de lo que hacían. Y entre Internet, las descargas gratuitas ilegales, Operación Triunfo y todo el fenómeno que se creó alrededor de eso, a los grupos se les empezó a negar la salida y la llegada al público masivo. A eso le unes el chanchullo de los ayuntamientos, los cachés,… Eso lo que hizo fue distorsionar el mercado y realmente premiar a los artistas que tenían más cabida en las fiestas de los pueblos y la música popular en ese sentido pero quizás no en el sentido del mercado, pues los que más cobraban o los que mejor iban no eran quizás los que vendían más discos o los que más seguidores tenían en diferentes núcleos de ciudades en España. Ahora con la crisis, y que la industria está de capa caída, está el país jodido, en ruinas, a nivel económico, pero lo bueno de esto es que se ha derrumbado parte de esta estructura que ha sido tan nociva para la música y se está viendo el comienzo de algo nuevo, un poco de aire fresco, que no lo había hace 5 años, por ejemplo.
Piensas que Inglaterra es un país más abierto, pero cualquier cosa que se escuche y que llegue al público, aunque sea punk, underground… seguro que ha habido marketing y que hay mucha mano metida por ahí. Irónicamente, y sin ofender a nadie, por mis prejuicios pensaba que en España había más amiguismo pero aquí, con los pocos recursos que tenemos y el poco apoyo existente, nos encontramos haciendo nuestra música, que al final es lo que importa. Hemos logrado, volviendo un poco a la primera pregunta, romper varios muros y obstáculos con los que, a priori, todo el mundo nos decía: “olvidaros, tío, aquí no hay nada que hacer”… por alguna razón hemos conseguido llegar a diferentes sitios sin haber pagado. Inglaterra sigue siendo más rica a nivel de actividad cultural musical. En España, creo que en los últimos 10 años se la han cargado, por varios factores. Hasta los 90 casi 2000, había como una clase media de grupos y de músicos, que igual algunos eran superestrellas, pero había grupos muy respetables, muy buenos, que vivían más o menos bien de su música. Desde Extemoduro hasta Los Secretos, Celtas Cortos, Seguridad Social,…
Había movimiento, había grupos, había variedad. Igual no estaban todos forrados, pero más o menos vivían dignamente de lo que hacían. Y entre Internet, las descargas gratuitas ilegales, Operación Triunfo y todo el fenómeno que se creó alrededor de eso, a los grupos se les empezó a negar la salida y la llegada al público masivo. A eso le unes el chanchullo de los ayuntamientos, los cachés,… Eso lo que hizo fue distorsionar el mercado y realmente premiar a los artistas que tenían más cabida en las fiestas de los pueblos y la música popular en ese sentido pero quizás no en el sentido del mercado, pues los que más cobraban o los que mejor iban no eran quizás los que vendían más discos o los que más seguidores tenían en diferentes núcleos de ciudades en España. Ahora con la crisis, y que la industria está de capa caída, está el país jodido, en ruinas, a nivel económico, pero lo bueno de esto es que se ha derrumbado parte de esta estructura que ha sido tan nociva para la música y se está viendo el comienzo de algo nuevo, un poco de aire fresco, que no lo había hace 5 años, por ejemplo.
Volvamos otra vez a los cimientos. Las comparaciones siempre son
odiosas, pero, volvemos como cuando la famosa movida de los 80…
No tiene nada que ver… Qué
envidia los que pudísteis vivirlo (risas)…
Relacionando un poco aquello con lo vivido actualmente, este es un mundo muy difícil pero ¿qué queda por
inventar?
Muchísimo. Lo mismo que ahora
está todo el mundo asustado y jodido, ya que todos los modelos de negocio y mercado
se han derrumbado, también este caos y vacío ha generado mucho espacio para ser
creativo, ya no sólo a nivel musical, sino también en cómo mover a la gente. Es
un reto bastante duro, pero nosotros estamos todos los días intentando
reinventarnos para que esto funcione. Hemos tenido la suerte de crear nuestra
propia burbujita que, quizás no es la forma de operar de la industria y de los
medios de comunicación convencionales. Ahora ya no funciona eso de que en seis
meses te organicen un circuito, triunfes y ya está. Pero, esto ha dejado de ir
bien por no haber dejado de inyectar mierda, y si te dedicas sólo a inyectar
mierda pues te cargas la máquina, ya no conectas con la gente. Por eso, es muy
importante indagar sobre las formas de llegar a la gente de forma más
alternativa, más directa.
Hace poco tuvimos noticias del cierre de una sala de la
ciudad que pertenecía y fomentaba estos circuitos de conciertos que, de otra
forma, se antoja difícil de acceder y acercando a los artistas con un contacto
más directo. A modo de resumen, ¿hacia dónde vamos?
Esto está muy complicado. Sin ir
más lejos, la música es arte,
idiscutiblemente, pero alrededor de ella debe haber cierta maquinaria para que
funcione, tanto salas de directo como ventas y distribución de material sonoro,
así como medios de difusión. En España la economía está moribunda. Hace unos
años, la gente iba a cuatro o cinco conciertos al mes, y ahora, no. Es
comprensible, porque la música es un lujo y hay antes otras prioridades. Y,
eso, súmale la subida de impuestos que lo a convertido todo en inasumible.
Cuando pones una entrada a 8 euros, porque no puedes ponerlas más caras, un 21%
va para el estado, un 10% para la
SGAE , y el resto, obviamente, debe ir para la sala, los
músicos, el promotor… Estamos haciendo todos malabarismos para sobrevivir y
sacar esto a flote, porque no nos queda otra. Espero que no dure mucho porque
esto explota. Entiendo que hay problemas estructurales en el país que se deben
solucionar pero, antes que subir el IVA a los músicos, que estamos muertos de
hambre, habría que aplicarlo a otros sectores que pudiera asumirlo o a otros
sectores demográficos. En fín, ahí estamos. Luchando.
Quiero terminar de modo optimista. En mayo salió el disco y estamos ya
a finales de año. ¿Tenéis nuevas canciones preparadas?
Tenemos muchos temas nuevos y
algunos los tocamos ya en directo. Además de un single que sacaremos con el
homenaje a The Clash, en diciembre, y por otro lado, aprovechando que la gente
nos dice que nuestro disco suena mejor en directo, tuvimos la suerte de grabar
un directo para un programa de Radio Nacional y nos lo regalaron para poder
echarlo a rodar. Esto saldrá como un EP a parte. Y, a comienzos del año que
viene, grabaremos una colaboración con un artista que aún no puedo nombrar,
pero que en el año 1977 tuvo un número uno en todo el mundo y que lo vamos a
intentar revivir con él. Estamos francamente ilusionados y espero que para
primavera podamos tenerlo publicado. Además, esperamos que para el verano también
podamos tener más temas nuestros en el mercado, no sólo las versiones.
Muchas gracias por atenderme, aún a costa de robarle algo de tiempo a las pruebas de sonido.
Ha sido un placer. Al contrario, muchas gracias a ti y nos vemos en el concierto.
Si alguna vez se te cruzan por el camino, no dejes de asistir a su potente directo en el cuál vas a pasarlo de maravilla, bailando y participando de un rollo que evoca a tiempos pasados, pero con la perspectiva de la década que vivimos.
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