Sonido oscuro, siniestro y desgarrador. Así nos sorprendieron Havalina en el concierto que la banda madrileña ofreció en la Sala Fun Club de Sevilla, el pasado 16 de noviembre.
Los tres miembros presentaban su último trabajo, H, y lo hicieron con un sonido impecable, sonando todo lo que tenía que sonar a la perfección, sin estridencias y un balanceo de volumen perfecto. La guitarra de Manuel Cabezalí comenzó a engranar notas dramáticas con Norte y, a partir de ahí, se inició el recorrido por la espesa arboleda sombría llena de penumbras y poca luz, con energía contenida pero precisa. La canción más trepidante y corta del disco, Viaje Al Sol, apareció a mitad del concierto para romper un ritmo marcado por las largas composiciones post-grunge, como El Estruendo y su cadencia bien marcada por el espectacular bajo de Ignacio Celma, o Música para peces al más puro estilo The Cure que apareció en varios momentos del espectáculo.
Compañía Felina, La Antártida Empieza Aquí, Animal Dormido, Animal Despierto y Viernes fueron interpretadas con un Javier Couceiro en un discreto segundo plano, demostrando sus habilidades rítmicas a la percusión. Aunque en todas las piezas el elemento destacable por excelencia es la guitarra de Manuel, hemos de hacer hincapié en lo evocadoras que son las canciones de este trío a épocas ya vividas con agrado y con las que hacen un acertado homenaje, pasadas por el tamiz de Havalina.
Por supuesto, tuvieron cabida canciones de sus anteriores trabajos, como Desierto (Las Hojas Secas, 2010) o Sueños de Esquimal (Imperfección, 2009) y, entre todas, estuvimos durante casi dos horas disfrutando del concierto de un grupo de rock al que no deberías perder de vista y tener en cuenta para futuras citas en directo.
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