Escrito por: Lorena Parrilla
Fotografías: Diego Alonso Domínguez
Viernes 28 de septiembre, 21:00 horas. Nos encontramos ante las puertas de la Sala Caracol. La calle, no muy abarrotada por culpa de la lluvia, no impidió que decenas de jóvenes, y no tan jóvenes, disfrutaran del concierto de las bandas madrileñas Layabouts, acompañados por los teloneros The New Cossacks.
Ahora bien, como suele suceder con los teloneros noveles, la gran afluencia de gente no llegó hasta el grupo principal, lo que no impidió que hiciesen disfrutar a los espectadores presentes haciéndoles bailar con sus canciones.
Tocaron temas de su LP llamado “Winter comes on time” lanzado el 22 de mayo de 2012. Dejaron muy buen sabor de boca a pesar de que no se distinguía claramente la voz del cantante, pero aun así debo decir que tuvieron una buenísima acogida. Temas como Fears, The King Is Dead, Winter Comes On Time y algunas canciones instrumentales nos prepararon perfectamente para lo que minutos después vendría.
Sobre las 21:40 horas se cerró el telón del escenario, y tras unos minutos de espera, en los cuales la Sala Caracol se abarrotó de personas, el telón volvió a abrirse a ritmo de riffs rockeros. Y, si. Eran los jóvenes Layabouts con su último concierto de la gira después de 18 meses y con tres CDs a sus espaldas: Layabouts (2007), …And they rain into the woods (2009) y Savage Behavior (2011).
Comenzaron con Fine for me, tema de su primer disco publicado en 2007, donde calentaron motores a todo el público que no paraba de bailar y corearles. Continuaron con Chevy, Fire, On My Side, Desertika, To The End, It’s All Dead y demás temas que hicieron vibrar y cantar hasta el último minuto del concierto.
Debo destacar que durante un descanso, el cantante interactuó con el público dirigiéndonos esta frase: “Apagad los móviles, abrochaos bien el cinturón y decidles a vuestras parejas: Ahora vengo” ya que el tema que venía a continuación Rock’s Dead, incluido en su disco Savage Behavior, formó un gran corro donde las personas allí presentes emanaban verdadero rock por todos los poros de su piel.
Fueron muy cercanos, atentos y nada mecanizados como ocurre con otros grupos consolidados. Su antes mencionada cercanía, puesta en escena, una buena acústica, grandísimos temas y un ambiente que nada tiene que envidiar a otros grupos de rock consiguieron que todos saliéramos del concierto sudorosos, con la mayor de las sonrisas y sobre todo con muchas ganas de repetir.
En mi opinión, si tuviera que describirles con una sola palabra sería “Eléctricos” y, si: no pienso perderles de vista en ningún momento.
Les deseo toda la suerte del mundo en su carrera y en el próximo concierto en Santiago de Compostela junto a The Hives.
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