The New Raemon fue el encargado de cerrar anoche el ciclo de conciertos NOCTURAMA que se celebraba en los jardines del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, organizados por La Suite.
Subido en el escenario, y sólo ante el público con su guitarra acústica, comenzó realizando un set de canciones haciendo gala de su estupenda voz, nítida y modulada a pesar de haber llegado in extremis a nuestra ciudad, después de haber descansado muy poco, según el propio artista. Verdugo, Te debo un baile, o la versión que realizó de Virginia, tema escrito por David Bazan, dieron paso al resto de la banda que se incorporó al escenario, ofreciendo entre todos un excelente concierto de pop-rock, envolviendo al público entre cortinas de sonido acompañadas por las letras tristes y melancólicas de Ramón Rodríguez.
El sonido, endurecido por la guitarra eléctrica de Ramón, fue magnífico a lo largo de todo el concierto, y uno tras otro se sucedían temas de sus tres álbumes en solitario, como Lo bello y lo bestia, Sucedáneos, o Helena-na, para hacer parada en El Problema de los Tres Cuerpos y "dedicar a sus amigos Fran y Richie" el tema Repartiendo el sombrero. Para el final de esta primera parte, eligió la inquietante Soñar la muerte, con la que los miembros de la banda descendieron del escenario.
Para finalizar el concierto, de nuevo Ramón nos deleitó como al comienzo del espectáculo. Guitarra en mano, se dispuso a presentar uno de los temas de su próximo trabajo Tinieblas, por fin, que saldrá a la luz a finales de mes, indicando que "aún no se podía hacer con la banda al completo, por exigencias de los jefes". Y de ahí salió Marathon Man, canción que está sonando en los medios como adelanto, a la que siguieron Consciente hiperconsciente, La dimensión desconocida, Mano izquierda y la espectacular Llenos de gracia.
Negándose a interpretar Pollo frito (del que hizo una broma con las dos primeras estrofas), nos quedamos un magnífico sabor de boca en este ciclo NOCTURAMA, felicitando desde aquí a la organización y esperando que llegue la siguiente edición que, seguro, mantendrá el excelente nivel alcanzado en la convocatoria que acaba de finalizar.
El sonido, endurecido por la guitarra eléctrica de Ramón, fue magnífico a lo largo de todo el concierto, y uno tras otro se sucedían temas de sus tres álbumes en solitario, como Lo bello y lo bestia, Sucedáneos, o Helena-na, para hacer parada en El Problema de los Tres Cuerpos y "dedicar a sus amigos Fran y Richie" el tema Repartiendo el sombrero. Para el final de esta primera parte, eligió la inquietante Soñar la muerte, con la que los miembros de la banda descendieron del escenario.
Para finalizar el concierto, de nuevo Ramón nos deleitó como al comienzo del espectáculo. Guitarra en mano, se dispuso a presentar uno de los temas de su próximo trabajo Tinieblas, por fin, que saldrá a la luz a finales de mes, indicando que "aún no se podía hacer con la banda al completo, por exigencias de los jefes". Y de ahí salió Marathon Man, canción que está sonando en los medios como adelanto, a la que siguieron Consciente hiperconsciente, La dimensión desconocida, Mano izquierda y la espectacular Llenos de gracia.
Negándose a interpretar Pollo frito (del que hizo una broma con las dos primeras estrofas), nos quedamos un magnífico sabor de boca en este ciclo NOCTURAMA, felicitando desde aquí a la organización y esperando que llegue la siguiente edición que, seguro, mantendrá el excelente nivel alcanzado en la convocatoria que acaba de finalizar.
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